El secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, prometió entregar a Afganistán una parte de las bases militares que el contingente de la OTAN y la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) explotan en el país.
“Entregaremos un número considerable de tales instalaciones en el futuro”, dijo Rasmussen en rueda de prensa en Kabul donde sostuvo negociaciones con el presidente afgano Hamid Karzai. Agregó que algunas bases ya fueron entregadas a la parte afgana.
Explicó que la OTAN y Kabul sostienen negociaciones para determinar qué bases deben ser destruidas y qué traspasadas a la parte afgana sin convertirse en un lastre adicional para su presupuesto.
El ex comandante del contingente de la OTAN e ISAF, general John Allen, declaró anteriormente que los militares extranjeros no planean destruir la infraestructura de las bases militares que ocupan actualmente.
Según el Ministerio de Defensa afgano, en el país hay 814 bases militares de la OTAN e ISAF, estratégicas, tácticas y operacionales, de las cuales 152 ya fueron cedidas a las fuerzas de seguridad afganas (113 al Ejército y 39 a la Policía).
El portavoz de ese ministerio, Zahir Azimi declaró el domingo pasado: “No permitiremos a nadie destruir bases militares en territorio afgano. Corresponde al Gobierno de Afganistán determinar qué bases dejar y qué no”.
