La ampliación de la OTAN a países de Europa del Este como Montenegro no aumentará la seguridad del nuevo miembro ni de la propia alianza, advirtió este martes el ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov.
“La inercia de seguir ampliando la OTAN en una situación completamente nueva, donde no hay un mundo bipolar y donde ya es historia el enfrentamiento de dos bloques militares, no aportará más seguridad a los nuevos miembros ni al conjunto de la alianza”, declaró Lavrov en entrevista al diario montenegrino Pobeda.
Según subrayó, Rusia respeta el derecho soberano de los estados de diseñar de forma autónoma estrategias de su seguridad nacional, también mediante el ingreso en asociaciones político-militares.
“Al mismo tiempo, nuestra postura sobre la ampliación de la OTAN es bien conocida y no depende de motivos de coyuntura ni del vector geográfico”, señaló.
El canciller ruso explicó que la postura de Rusia se basa en la “experiencia relacionada con las consecuencias de las oleadas de ampliación en el plano político y militar, entre ellas el avance de las infraestructuras militares de la alianza hacia las fronteras rusas”.
Por otro lado, según afirmó, Moscú no ve “ningún problema en que Montenegro quiera ingresar en la Unión Europea”.
“No obstante, consideramos importante que el avance en este sentido se produzca sin presión externa y sin imponerse ninguna decisión que pueda ser contraria a los intereses del propio Montenegro”, agregó.
Con una población de 600.000 personas aproximadamente, Montenegro es la república más pequeña de las que formaron en su día la antigua Yugoslavia. Se proclamó independiente tras una consulta popular en 2006, abandonando la federación de Serbia y Montenegro.
La prioridad de la política exterior montenegrina es el ingreso en la Unión Europea y la OTAN. Junto a Bosnia y Herzegovina, se adhirió al llamado “plan de acción” para ser miembro de la Alianza Atlántica, convirtiéndose en 2009 en candidato oficial para ingresar en la OTAN.
