Una fábrica rusa realizará una copia del desaparecido reloj de Notre Dame

SAN PETERSBURGO, RUSIA (Sputnik) — La fábrica de relojes Raketa de San Petersburgo está realizando una copia del reloj monumental de la catedral Notre Dame de París, que se quemó durante el incendio en la basílica, partiendo de copias de mecanismos similares, según dijeron a Sputnik desde el servicio de prensa de la empresa.

"Después del incendio no se pudo restaurar el reloj original de la catedral. Fueron hallados dibujos de mecanismos de reloj similares, ahora está en marcha su modelado en 3D", dijo el interlocutor de Sputnik.

Según la fuente, después del modelo 3D se realizarán dibujos en 2D con las dimensiones exactas de todas las piezas.

Además, en coordinación con la asociación de profesionales franceses que se dedica a la recreación de relojes, se decidirá dónde y cómo se producirán las piezas para el reloj de la catedral.

Se precisa que en Francia actualmente no existen tecnologías para producir relojes monumentales, mientras que la empresa de San Petersburgo tiene experiencia en el desarrollo y la fabricación del mecanismo más grande del mundo, un reloj monumental en el atrio de la Tienda Infantil Central de Moscú.

Es un mecanismo que mide seis metros por siete metros y pesa cuatro toneladas y media, compuesto por más de 5.000 piezas de acero, aluminio, titanio, así como chapadas en oro.

En la noche del 15 de abril de 2019, un devastador incendio se desencadenó en la catedral parisina de Notre Dame, el monumento histórico más visitado de Europa. Las llamas destruyeron la mayor parte de la estructura y provocaron el colapso de la aguja.

Los bomberos y los voluntarios que participaron en la extinción del incendio lograron salvar las principales reliquias y obras de arte que se encontraban en la catedral.

La Fiscalía de París descarta una versión criminal del incendio y baraja entre las causas probables un cigarrillo botado sin apagar o un problema de electricidad.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, planteó la ambiciosa tarea de reconstruir la catedral en cinco años, aunque muchos expertos consideran que las obras podrían prolongarse por unos diez o quince años.