Nunchi se traduce literalmente como 'medida del ojo'. En la cultura occidental podría describirse como el concepto de inteligencia emocional.
En otras palabras, los coreanos son sensibles a lo que otros dicen indirectamente porque quieren mantener la armonía.
Un nunchi bien afilado y rápido puede ayudarte a elegir la pareja adecuada en la vida o en los negocios, brillar en el trabajo y puede protegerte contra aquellos que quieren hacerte daño. Por el contrario, la falta de él puede hacer que le desagrades a la gente de una manera misteriosa a primera vista.
¿Cómo aplicar el 'nunchi' en la vida diaria?
Nunchi es el arte de entender instantáneamente lo que la gente está pensando para sacar una ventaja.
Si uno entra en una habitación, tener un buen nunchi significa observar antes de empezar a hablar o a interactuar. ¿Quién está de pie con quién? ¿Quién tiene tres galletas en el plato cuando todos los demás solo han tomado una?
El ser humano tiene poderosos instintos sociales que le dan fuertes pistas sobre la habitación, pero hay que estar atento —más enfocado en los demás que en sí mismo— para poder leerlas.
¿Cómo desarrollar un buen 'nunchi'?
- Hacer una pausa antes de abrir la boca. Cuando la mente está llena de suposiciones sobre las personas y las situaciones es difícil ver lo que está justo enfrente y comportarse de la manera más apropiada.
- Los buenos modales siempre son un buen nunchi. Puede ser molesto tener que esperar a que todos se sienten, o tomar la sopa sin salpicar, pero los modales existen para hacer que todos se sientan cómodos. Aportan una sensación de calma y estabilidad a la habitación y a todos los que la habitan.
- Escuchar lo que no se dice. No hay que tomar las palabras de una persona como un reflejo exacto de sus pensamientos. Mejor es estudiar el contexto y buscar pistas no verbales.
- ¿Realmente es necesario preguntar eso? Hay que observar la situación porque no siempre hay que hacer todas las preguntas que se tienen en la cabeza.
- No hay que ignorar la reacción instintiva. A menudo suprimimos la sabiduría de nuestras primeras impresiones porque se nos enseña a dar a todos el beneficio de la duda. Pero los instintos humanos —sentimientos viscerales— han evolucionado a lo largo de millones de años. Está bien juzgar a una persona en base a tu nunchi.