Para esta fecha, Sputnik te acerca algunas palabras rusas que escuchamos, pero cuyo verdadero significado a menudo se nos escapa.
Duma
La Duma, como se le conoce a la Cámara Baja de la Asamblea Federal (Parlamento) de Rusia, proviene de la palabra 'dúmat' lo que significa 'pensar'. En otras palabras, la Duma es el organismo 'pensante' del poder.
Balalaika
La balalaika es un instrumento tradicional ruso de música, siempre presente en los grupos folclóricos y que se ha convertido en uno de los símbolos del país. Es muy similar a la guitarra, pero de menor tamaño, con una caja triangular y solo tres cuerdas.
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Los lingüistas de hoy no tienen una visión unificada sobre la procedencia de su nombre: unos se inclinan a favor de la raíz eslava 'bol', que se usa para formar palabras como 'boltat' ('hablar de algo insignificante') o 'balabol' ('el que habla de más' o 'charlatán'); otros creen que proviene del túrquico 'bala' ('niño').
Katiusha
Popularizado por ser el nombre extraoficial de los sistemas de artillería de cohetes BM-13, BM-8 y BM-31, esta palabra es en realidad el diminutivo cariñoso del nombre femenino Ekaterina. Nadie sabe con certeza quién y por qué le puso ese apodo, pero la versión más extendida es que se lo debe a la popular canción de la época 'Katiusha', que trata sobre una chica que añora a su amado, mientras él protege la frontera del país.
"Hazlo recordar a la simple joven
Y que escuche como ella canta.
Déjalo que proteja su tierra,
Que ella protegerá su amor".
Hoy en día en Rusia existen varios monumentos dedicados al personaje Katiusha.
Kremlin
El Kremlin es hoy sinónimo del poder en Rusia. Efectivamente, durante los últimos 100 años sus murallas albergan la sede del máximo poder ejecutivo del país. No obstante, su nombre tiene un significado mucho más simple.
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En la Edad Media, la ciudadela de una urbe se denominaba con la palabra 'kremlin'. De hecho, el Kremlin de Moscú no es el único. Existe una veintena de kremlins dispersados por la región europea del país, cinco de los cuales —el de Moscú, Kazán, Nóvgorod, Súzdal y Solovetski— son considerados Patrimonio de la Humanidad.
Matrioshka
La matrioshka, también llamada muñeca rusa, es, sin duda, uno de los símbolos de Rusia y el suvenir más popular entre los turistas. El nombre es el diminutivo de la palabra 'matriona', como se le llamaba a la madre de mayor edad en las numerosas familias rusas.
Samovar
Todo un ícono de la cultura del té rusa, la tradicional cafetera samovar se diferencia por estar dotada de una chimenea con infiernillo. De esta manera, puede mantener el agua en su interior siempre caliente. De ahí proviene su nombre que se compone de las raíces 'sam' ('solo') y 'varit' ('hervir'). En otras palabras, su nombre literalmente significa 'el que hierve solo'.
Zar
El tradicional título del monarca ruso es, en realidad, una simple transliteración eslava de la palabra latina 'césar'.
Tras la caída del Imperio romano occidental, el título lo preservó el monarca de Constantinopla, conocido más tarde como el Imperio bizantino. Cuando este, a su vez, cayó bajo las hordas otomanas, el título lo adoptó el príncipe de Moscú, Iván IV, nieto de Sofía Paleóloga y, por ende, pretendiente legítimo del título imperial romano.
Es por eso por lo que uno de los sobrenombres de Moscú es 'La tercera Roma'.
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