El excepcional hallazgo se realizó durante las obras en el área del terraplén de Gonchárnaya. El fusil de fulminantes está perfectamente conservado a pesar de llevar dos siglos en la tierra.
Está hecho de una aleación de plomo y estaño y es de una altísima calidad. De hecho, es una copia de un arma de adultos. Incluso tenía un gatillo, pero se perdió.
"Quizás el artefacto lo fabricó un artesano europeo, pero es imposible determinarlo con certeza. En un lado de la culata, hay una imagen en relieve de un guerrero con unos pantalones bombachos y una escopeta al fondo de una fortaleza, y en el otro lado, una imagen de una cabra montesa. El juguete también está decorado con adornos en relieve", informa el servicio de prensa de la oficina del alcalde de Moscú.
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Por otro lado, el guerrero con los pantalones bombachos puede ser una referencia a las guerras ruso-turcas que tuvieron lugar durante la época de Catalina la Grande (1762-1796).
"Se puede suponer que esta pistola pertenecía a un niño de una familia rica, generalmente los niños (rusos) jugaban con juguetes de madera y cerámica. Es probable que el artefacto encontrado formara parte de un kit, tales juguetes eran populares durante el reinado del emperador Pablo I (1796-1801)", cuenta el jefe del Departamento de Patrimonio Cultural de Moscú, Alexéi Emeliánov.
"Después de un cuidadoso estudio, el artefacto formará parte de la colección de uno de los museos de Moscú", afirma el servicio de prensa de la oficina del alcalde de Moscú.
Desde principios de este año, los arqueólogos de Moscú han descubierto más de 5.000 artefactos.