La noche del 12 de mayo se celebró en Lisboa la final del concurso Eurovisión 2018, que ganó la representante de Israel, Netta Barzilai.
Tras la victoria de la cantante israelí, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, tuiteó que la próxima edición del concurso se celebraría en Jerusalén.
"Israel en Eurovisión fue representado por la cantante muy mediocre, este año el concurso tenía un carácter muy politizado", dijo Yildirim en una entrevista a la cadena Babala TV en YouTube.
Según Yildirim, los organizadores de Eurovisión falsificaron el escrutinio de votos.
"Cambiaron el proceso de la votación para que la nueva edición del concurso se celebre en Jerusalén ocupado", enfatizó.
Asimismo, advirtió que las acciones de los organizadores de Eurovisión provocarían una escalada de la confrontación religiosa en Oriente Próximo.
Hace unos días, diversos organismos palestinos pidieron el boicot a la celebración del Festival de Eurovisión en Israel, en 2019, en una carta dirigida a los miembros de la Unión Europea de Radiodifusión (EBU) y a los países participantes en el evento.
Israel considera esta ciudad como su capital, pero la comunidad internacional no la reconoce como tal porque los israelíes ocupan su parte este, según el derecho internacional.
El presidente de EEUU, Donald Trump, rompió el consenso internacional al reconocer Jerusalén como capital de Israel.
El Ejecutivo israelí ofreció Tel Aviv, Haifa y Eilat como posibles sedes para acoger el festival en lugar de Jerusalén y evitar, así, las reticencias de algunos países a participar en el evento.