El joven arquitecto Nicolás Fernández Sanz se encargó de transformar el galpón, a media cuadra de la vía del tren, en este moderno espacio de arte, lleno de luz natural que entra a través de la claraboya en el alto techo. Para ilustrar la transición entre el viejo sótano del centro porteño y el nuevo lugar, Fernández Sanz y el artista Jorge Macchi realizaron una instalación llamada Díptico.
Se trata de una maqueta "uno a uno", que ocupa el espacio de exposición de la nueva galería y reproduce la vieja galería hasta en sus pequeños detalles, con sus columnas, conductos de madera, ventiladores e iluminación. Es como una enorme caja recubierta de madera, como si fuera una galería dentro de la otra, algo así como las 'matrioshkas' rusas.
"La idea fue hacer una maqueta respetando todos los detalles. El espacio es una maqueta tamaño natural, recubierta de madera, de un material único, en el marco de un color blanco, que es el de la galería nueva", dijo a Sputnik Fernández Sanz, mientras hacía el recorrido por la Galería. "No queremos hacer creer al espectador que va a entrar a la galería vieja. Es una maqueta, con el piso que cruje, trabajamos con placas de madera fenólica, y toda está hecha con ese material", agregó el artista Jorge Macchi.
La Galería Ruth Benzacar no es la única en Villa Crespo. Gabriela Incola, responsable de prensa de la Galería, explicó a Sputnik que la mudanza obedeció a la necesidad proveer a los artistas de espacios sin limitaciones. "Para seguir siendo una galería de arte contemporáneo teníamos que proveer un espacio contemporáneo", señaló.
"Este barrio sigue siendo muy céntrico, estaba la posibilidad de conseguir espacios amplios y económicos, que no es menor, por lo cual varias galerías buscamos aquí y se fue creando un circuito, como hay en todas las ciudades del mundo", agrega.
Fernández Sanz, quien además es vecino de Villa Crespo, destaca que la mudanza está provocando un cambio urbanístico en el barrio, con un nuevo movimiento de la zona. En efecto, en una tarde de sábado se pueden visitar otras galerías como las de Elsi del Río, de Milo Lockett y Nora Fisch, el Espacio Pla, Gachi Prieto Arte Contemporáneo, o la Casa Rodolfo Walsh, en homenaje al conocido periodista asesinado por la dictadura militar en 1977.
Que el arte transforma la ciudad, es un hecho. Por las tranquilas calles del barrio ahora se ven artistas, bares, restaurantes o negocios de comida que atraen a los visitantes de este nuevo circuito del arte.