Al intervenir en Moscú en el acto inaugural de la exposición 'Holocausto: masacre, liberación, salvación', el canciller dijo que en muchos Estados, incluidos los que se llaman democracias desarrolladas, se opera en esencia la rehabilitación del nazismo, el ensalzamiento de la actividad de los hitlerianos y sus adeptos y se reescribe la Historia partiendo de consideraciones coyunturales.
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"Preocupa especialmente la guerra sucia que se libra en varios países de la UE, en las que se destruyen y se profanan monumentos a los combatientes del Ejército Rojo que dieron sus vidas para liberar a los presos de los campos de concentración y salvar a Europa de la peste parda", declaró.
Es una actividad profundamente inmoral y contradice la Carta de Naciones Unidas y otros documentos internacionales, subrayó.