"La creación narrativa en español está evidentemente en auge, tanto entre autores nóveles como establecidos", sostiene Virginia Marx, scout literaria para editoriales europeas.
En constante búsqueda del libro o tendencia sobresalientes, Marx reconoce la originalidad y maestría en particular de la cantera de creadores latinoamericanos.
Villalobos ganó el último premio Herralde de novela con "No voy a pedir a nadie que me crea", obra de humor negro desarrollada en claves de auto-ficción que Anagrama publicó en noviembre.
Gainza combina dos géneros y dos pasiones personales —el arte y la escritura— en 'El nervio óptico', una "guía subrepticia de los museos públicos de Buenos Aires", según la reseña promocional.
"Es una ópera prima de primera clase y al más alto nivel literario", sentencia la 'scout' detectora de talentos y primicias mundiales.
De acuerdo con Marx, la novela de Gainza está a punto de saltar a las librerías europeas desde su plataforma inicial en la editorial Mansalva de Buenos Aires.
"En España y Latinoamérica perdura el interés, el deseo, la tradición de ser literato, de buscar una forma de expresarse y, en definitiva, de hacer arte", afirma con pasión.
"La literatura inglesa de autor está en retirada pese a su hegemonía tradicional; se ha convertido en un negocio en torno a los cursos, premios y festivales literarios", señala a esta agencia.
Alex Bowler, director de Granta en su versión original en inglés, coincide en la apreciación del dominante tirón de la narrativa en español.
"Es la más atrevida e interesante globalmente", afirma a Sputnik el responsable de la prestigiosa revista literaria.
"El problema son las escuelas de narración creativa… lo que sale de estos cursos es similar y aplatanado", opina Bowler.
A la traductora literaria Celia Montolío le parece inconcebible que un autor necesite descubrir su talento o impulsar su vocación en retiros y talleres literarios.
"No entiendo que nadie pueda 'querer ser escritor' en abstracto, ni que vaya en busca de técnicas, temas y tramas a un taller", explica a esta agencia.
Traductora de Henry James, Peter Carey o Eleanor Catton (premio Booker 2013), entre otros, Montolío cree que "hablar con amigos, vivir, mirar, pensar y leer" pueden ser suficientes impulsos novelísticos.
Marx aún recuerda el revuelo de interés impulsado en la pasada feria de Frankfurt por 'Patria', la novela del donostiarra Fernando Aramburu sobre la herida causada por ETA en la sociedad vasca.
"Es un novelón, al estilo de un clásico de Tolstói, con todos los ingredientes esenciales —enemistad, familiaridad, tragedia, sufrimiento— para que funcione internacionalmente", exclama la ojeadora de libros.
"Se aprecia una gran influencia de Bolaño y una tendencia al periodismo literario o la ficción basada en la realidad, ya sea biográfica o de actualidad", explica Marx.
El inglés continuará marcando terreno en ensayos, biografías o novela de género, pero el castellano parece encaminado a portar la antorcha global de la ficción literaria en 2017.