Los artistas escribieron en árabe en las paredes del escenario: "Homeland es racista", "Homeland es una broma que no nos hace reir", "La situación no es creíble", entre otros emblemas.
Graffiti artists snuck 'Homeland is racist' into latest episode of Homeland http://t.co/mv0RD0qwCq pic.twitter.com/WIoD5y6RZm
— The Verge (@verge) October 15, 2015
Desde su inicio, la preferida serie del presidente de EEUU Barack Obama, ha sufrido críticas mordaces por su visión estereotipada de los musulmanes y por mezclar asuntos que no tienen nada que ver con la realidad política, como una supuesta relación de fraternidad entre Hezbolá y Al Qaeda o entre Irán y la misma organización terrorista que haría reir a cualquier experto.
Venezuela también emitió en una de las temporadas una protesta por representar al país bolivariano de manera deformada.
En definitiva, sus detractores la tachan de burda propaganda política proestadounidense.
Los responsables de las pintadas, Heba Amin, Caram Kapp y Stone, declararon en un comunicado que "dada la reputación de la serie" no estaban muy convencidos de participar, pero cayeron en la cuenta de la oportunidad que se les brindaba para hacer visible su descontento, y el de muchas otras personas, con la serie.
"Este show no refleja los puntos de vista de los artistas", concluyen sus pintadas.