Los 'chips' contienen células de órganos humanos y representan un sistema de cultivo celular que simula el microambiente y los aspectos funcionales clave de órganos vivos en una escala microscópica. La tecnología debería ayudar a predecir cuán efectivos podrían ser ciertos medicamentos potenciales para los humanos.
Cada uno de los chips transportados está diseñado para imitar una parte diferente del cuerpo humano, desde los riñones y los pulmones hasta los huesos y la barrera hematoencefálica. Un fluido que imita la sangre y puede contener drogas o toxinas también viajó a la estación.
"Tenemos un 'kit' de riñón que examina la osteoporosis y la formación de cálculos renales. También tenemos un 'kit' para la articulación de la rodilla que analizará la osteoartritis. Luego hay un 'kit' de barrera hematoencefálica para examinar las enfermedades neurodegenerativas. Y finalmente, un 'kit' de pulmón para observar el impacto de los patógenos en los pulmones", explica Lucie Low, la directora del programa.
El carguero espacial Dragon, diseñado por la empresa estadounidense SpaceX, se acopló a la Estación Espacial Internacional (EEI) el 6 de mayo. El carguero trasladó a la EEI 2.500 kilogramos de equipos para investigaciones, incluidos los 'órganos en chips'.