El homínido de cuerpo pequeño, llamado 'Homo luzonensis', vivió en la isla de Luzón hace entre 50.000 y 67.000 años. Identificado a partir de un total de siete dientes y seis huesos pequeños, alberga un mosaico de las características antiguas más avanzadas. El descubrimiento histórico fue publicado en el diario de ciencia Nature.
Luzón parecía difícil de alcanzar para los antiguos homínidos, ya que nunca había estado conectado a tierra firme por puentes terrestres. Cuando el líder del proyecto Armand Mijares excavó la cueva del Callao por primera vez en 2003, descubrió una evidencia de actividad humana de 25.000 años y en 2007, regresó a la cueva para profundizar más. El equipo excavó más para luego encontrar un hueso de pie casi completo que parecía humano. El equipo envió el fósil a Philip Piper, coautor del nuevo estudio.
En 2010, Mijares y su equipo dieron a conocer el fósil de 67.000 años de antigüedad. Mijares sospechaba que el fósil podría pertenecer a una nueva especie, pero el equipo necesitaba más fósiles para estar seguros. Por suerte, las excavaciones descubrieron dos huesos más de los dedos de los pies, siete dientes, y una parte de un fémur en los viajes de regreso a la cueva del Callao en 2011 y 2015. Los restos representan al menos a tres individuos.
"Estoy de acuerdo con los autores en que la combinación de características no se parece a nada que hayamos visto antes", dice María Martinón-Torres, directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana en España, escribe National Geographic.
El sudeste de Asia probablemente fue hogar de más especies de homínidos de los que los fósiles actuales revelan. Por su parte, Mijares continua buscando otros signos del 'Homo luzonensis', el arqueólogo ve el futuro de este homínido y de la antropología asiática como algo brillante, afirma National Geographic.