El fósil con 18 tentáculos hallado en China tiene 518 millones de años y pertenece a la especie Daihua sanqiong, previamente desconocida. Se trata de un "eslabón perdido de la evolución" que revela el origen de los ctenóforos, afirma el autor del estudio publicado en Current Biology, Jakob Vinther, de la Universidad de Bristol del Reino Unido.
La llamada explosión cámbrica, un período en el que la evolución comenzó a acelerarse, ocurrió hace aproximadamente 520-540 millones de años. Fue después de esta explosión cuando se formaron los ancestros de gusanos, insectos, peces y otros vertebrados. Hasta ese momento, se creía que los organismos primitivos como las hidras y las esponjas eran la base de la evolución.
Meet Daihua — new #fossil from the #Cambrian of Chengjiang & relative of the mysterious #ctenophores, which may have evolved from sessile ancestors. New paper by @macroevolut @cambriannelids & colleagues https://t.co/V0pyeR9JVv #evolution #paleontology #fossilfriday pic.twitter.com/eMM3IPMEgI
— Current Biology (@CurrentBiology) 21 марта 2019 г.
Sin embargo, el descubrimiento del fósil que conservó la huella de una criatura más compleja, demuestra que todavía había un vínculo intermedio.
Vinther sugiere que algunos de los antepasados de los ctenóforos tenían esqueleto y que sus antiguos tentáculos se convirtieron en los densamente compactos que se ven en estos animales contemporáneos.
Además, Vinther y sus colegas suponen que los ctenóforos podrían estar directamente relacionados con los corales, las anémonas de mar y las medusas.