Explicaron que con el uso de este bioplástico se busca dar solución a la reducción de residuos sólidos urbanos mediante el consumo de artículos innovadores que sean rápidamente degradables en el ambiente y no afecten los ecosistemas.
Joel Sánchez expuso que el proyecto nace por la alta demanda que existe de plásticos elaborados con polímeros sintéticos y se propone una alternativa de un bioplástico elaborado con cáscara de papa, "lo que transforma residuos orgánicos en productos de uso común para el país".
📎📷Un océano de plástico: impactantes imágenes de un mar asfixiado por la basura https://t.co/vxTC0vTuJj
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) October 25, 2017
Mencionó que este prototipo busca sustituir los polímeros que se usan comúnmente y que tardan de 500 a mil años en degradarse, tienen muchos contaminantes y generan daños a los organismos presentes en los suelos.
"Es un biopolímero fabricado con residuos orgánicos como el almidón de la cáscara de la papa y la fécula de maíz, lo cual hace que el producto sea amigable con el ambiente", abundó a su vez Solís Vázquez, alumno de la carrera técnica de Diagnóstico y Mejoramiento Ambiental.
En un comunicado, el IPN destacó que el producto puede aguantar una bebida a una temperatura de 150 grados Celsius, por lo que "hay seguridad de que un artículo elaborada con bioplástico no se destruya con el calor", además de que no tiene sabor y el color natural es naranja.
Tema relacionado: Científicos rusos descubren cómo repostar vehículos con latas de refresco