Los científicos destapan el misterio tras las propiedades especiales de agua

El agua es uno de los líquidos más especiales pues tiene una serie de propiedades únicas que no están presentes en los demás líquidos. El origen de estas peculiaridades radica en la estructura molecular del agua.

A diferencia de otros líquidos, las moléculas de agua tienen una disposición tetraédrica. Ello significa que cada molécula de agua está conectada con otras cuatro moléculas formando algo similar a una pirámide.

Para estudiar la relación entre la estructura molecular del agua y sus propiedades físicas los científicos de la Universidad de Bristol y de la Universidad de Tokio han modelado cambios en dicha estructura con la ayuda de un supercomputador. Así, los investigadores han logrado hacer que el agua sea un poco menos especial y se asemeje a los demás líquidos.

Por medio de algunos cambios en la estructura molecular del agua los científicos han logrado anular todas sus propiedades únicas. Por ejemplo, el agua normal es especial en cuanto a la densidad. Todos los líquidos aumentan en densidad a medida que se enfrían mientras que el agua alcanza su máxima densidad al alcanzar los 4 ℃ y empieza a perder densidad cuando la temperatura baja más. De hecho, por esta razón el hielo flota.

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Otra de las propiedades especiales que los científicos han conseguido alterar ha sido la tensión superficial del agua, que es la más alta de todos los líquidos después del mercurio líquido. Esta propiedad es la que permite a las arañas moverse sobre la superficie del agua sin hundirse. Entre otras propiedades del agua que pudieron ser anuladas al cambiar la estructura molecular estaban la temperatura de ebullición y el hecho de que muchas sustancias químicas pueden disolverse en ella.

Por lo cual, los autores del estudio probaron que precisamente la estructura molecular del agua es la responsable de todas sus propiedades especiales. Esta investigación puede tener muchas repercusiones, ya que el agua es uno de los elementos cruciales del universo en todos los niveles —desde nuestra sangre, hasta la formación de ríos y montañas—. Por lo cual, estudios como el llevado a cabo por John Russo, autor principal de esta investigación, abren nuevas posibilidades y perspectivas tecnológicas.