La pluma de magma no sería otra cosa que una conexión entre el núcleo y la superficie, que tendría su origen en el parque estadounidense. Los investigadores, Stephen Grand y Peter Nelson, se basan en los resultados de los datos sísmicos del proyecto EarthScope's USArray, que analiza el subsuelo de todo el continente norteamericano gracias a múltiples estaciones geológicas repartidas por el país. Su objetivo era observar cuál es la temperatura a miles de kilómetros de profundidad.
"[Los resultados revelan] una anomalía térmica de forma cilíndrica y estrecha de aproximadamente 350 kilómetros de diámetro, que interpretamos como una pluma en el manto [terrestre]. Dicha anomalía está orientada hacia el noreste y se extiende desde el límite entre el núcleo de la Tierra hasta la superficie (…) Se caracteriza por estar a entre 650 y 850 grados centígrados más caliente que su entorno", explican Grand y Nelson en su artículo.
La misma pluma sería la culpable de que el territorio que actualmente ocupa Yellowstone haya generado volcanes durante los último 15 millones de años y siga siendo motivo de debate sobre la posible erupción del supervolcán en algún momento.
"Es cierto que bajo el Parque Nacional de Yellowstone descansa un supervolcán que 'supererupciona' cada cientos de miles de años (…) Pero no hay indicios de que tal erupción sea inminente o de que el volcán esté preparado para entrar en erupción (…) La posibilidad [de que ocurra] es de 1 entre 730.000", dice Christy Till, geóloga en la Universidad Estatal de Arizona.
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