Por décadas la encefalografía ha sido usada para mapear qué hace el cerebro, o dicho de otra manera, cómo "hablan" las neuronas. A través de la medición del campo magnético que generan las neuronas cuando interactúan entre sí, se pueden diagnosticar tumores y otras enfermedades.
Según publicó Nature, los nuevos sensores captan las señales cerebrales de forma mucho más intensa, ya que están más cerca del cerebro y funcionan a temperatura ambiente; no necesitan la maquinaria de frío que hace que los aparatos convencionales sean muy pesados y difíciles de manejar.
Lea más: Los investigadores descubren por qué envejece el cerebro y se pierde la memoria
Actualmente los investigadores están trabajando en el diseño de cascos más pequeños que puedan ser usados por niños, e incluso bebés. Los científicos esperan "que esta tecnología sea usada para entender mejor la cognición y la evolución cerebral, que conduzcan a desarrollar nuevos y mejores tratamientos, y a diagnosticar enfermedades de forma más temprana", se lee en la publicación.