La lectura de la radiografía del nuevo compuesto reveló que pertenece a una nueva clase desconocida hasta ahora. También se ha averiguado que el compuesto tiene propiedades que permiten utilizarlo en la industria electrónica (por ejemplo, en pantallas de ordenador). Los resultados del estudio han sido publicados en la prestigiosa revista científica británica Chemistry – A European Journal.
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Maxim Molokéyev, investigador de la Universidad Federal de Siberia y del Instituto de Física Kirenski, dependiente de la Delegación en Siberia de la Academia de Ciencias de Rusia, ha resuelto el problema confirmando que el compuesto realmente pertenece a una clase antes desconocida.
"La mayor dificultad era que resultaba imposible obtener un monocristal del nuevo compuesto, lo que impedía, por tanto, llevar a cabo un estudio con técnicas de rayos X, habituales para determinar la estructura de monocristales. Para los polvos, esta tarea es mucho más difícil", explicó el científico ruso.
La propiedad más sorprendente del nuevo compuesto es que, al ser calentado a 800 ℃, se produce una síntesis inocua para el medio ambiente de luminóforos aptos para el uso en la industria electrónica (para fabricar dispositivos emisores de luz, por ejemplo, pantallas de computadora). Cabe destacar que, como consecuencia de la síntesis, solo se libera agua común, mientras que en la obtención de otros luminóforos similares se suelen liberar subproductos tóxicos.
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