El tiburón, de la especie Chlamydoselachus anguineus, también denominado tiburón anguila, tiene una cabeza redonda y una larga hilera de 300 dientes afilados. Pese a que esta especie está bastante distribuida geográficamente —desde Angola hasta Nueva Zelanda—, es tan rara que se la considera 'un fósil viviente', puesto que todavía se conoce muy poco sobre sus hábitos de vida y su población.
"Este tiburón pertenece a la única especie sobreviviente de una familia de tiburones extinta", explicó al portal BBC Mundo la profesora Margarida Castro, del Centro de Ciencias Marinas de la Universidad del Algarve.
Subrayó también que "algunos estiman que esta especie data del jurásico tardío. Ciertamente está en la Tierra antes de la aparición del hombre".
Lo realmente único del tiburón atrapado por los pescadores portugueses es su dentadura, afirmó Castro.
"Tiene una gran hilera de dientes perpendiculares a la mandíbula, son muy filosos, delgados y apuntan hacia adentro. Eso le permite atrapar grandes presas y mantenerlas en la boca porque si se resisten solo pueden avanzar dentro de la boca del animal dado que los dientes del tiburón les impiden salir", concluyó la investigadora.