Las consecuencias incluyen trastornos sociales, acoso e incluso la posibilidad de cometer asesinato, afirman los resultados del estudio, publicado en la revista New Scientist.
Anders Sandberg, uno de los autores la investigación citado por el medio, sostiene que la adicción y el amor se mezclan "cuando no quieres estar enamorado pero no puedes evitarlo y comienzan a surgir síntomas negativos como el abuso".
Euforia y felicidad tras cada encuentro, seguido de desesperación, aflicción y depresión cuando la relación termina abruptamente.
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No obstante, la idea de que una persona pueda ser adicta al amor es algo polémica "porque es complicado aplicar los términos 'adicción' y 'amor' cuando cada uno tiene una concepción distinta de lo que es la adicción y de lo que es el amor", concluyen los autores.