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Nueve simples trucos de profesionales para caerle bien a todos

CC0 / Pixabay / Un grupo de amigos.
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Es difícil decir con exactitud por qué algunas personas suelen caerle bien a todos por igual. Puede que sea por su sonrisa sincera, tal vez sea su afilado ingenio o quizá porque tienen facilidad a la hora de tratar a los demás. Simplemente caen bien.

Pero los científicos no suelen sentirse del todo satisfechos con respuestas como esa y han pasado años tratando de identificar los factores exactos que hacen de algunas personas 'el alma de la fiesta'.

Sin caer en lo más evidente, como sonreír y ser gentil, Sputnik ha recopilado nueve simples trucos de mano de los psicólogos sociales que te ayudarán a caerle bien a la gente a tu alrededor y a fomentar unas relaciones más estrechas con las personas de tu agrado. Muchos ya los habrás comprobado en la práctica, pero de seguro te hará sentir más seguro el saber que fueron verificados científicamente por estudiosos del comportamiento humano. Así que, ¡toma nota!

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1. Copia la posición de las personas con las que estás

Si bien una evidente imitación puede llegar a parecer una burla o incluso un insulto, una ligera copia de la mímica puede actuar como 'pegamento social'. Es el fenómeno llamado mirroring (del inglés 'reflejo') y ocurre naturalmente cuando dos sujetos que se agradan mutuamente tienden a repetir inconscientemente las maneras del otro. Esta práctica aumenta la confianza, la compenetración, la sincronía y fortalece los lazos entre personas.

Los beneficios del mirroring han sido confirmados por numerosos estudios psicológicos. En 1999, investigadores de la Universidad de Nueva York documentaron lo que llamaron el 'efecto camaleón'. Para eso pusieron a 72 hombres y mujeres a trabajar sobre una tarea en parejas, grabando su comportamiento. Al final, los organizadores le preguntaron a cada uno de los voluntarios que tal les fue con su contraparte. Efectivamente, los participantes eran más propensos a elogiar a su pareja cuando esta simplemente repetía su propio comportamiento.

© Flickr / Art CommentsAmigos en una habitación.
Amigos en una habitación. - Sputnik Mundo
Amigos en una habitación.

2. Pasa un tiempo alrededor de las personas a las que esperas agradar

Al ver una persona que te agrada, no seas demasiado directo y obsesivo. Aunque la mímica no lo refleje, los humanos creamos barreras psicológicas con personas con las que no estamos familiarizados. Utiliza el llamado efecto de mera exposición, que hace que las personas se muestren más abiertas a otros simplemente porque están acostumbrados a ellos.

En 1992 un grupo de psicólogos de la Universidad de Pittsburgh realizó un interesante experimento. Seleccionaron a cuatro mujeres que se presentaron como estudiantes en una clase universitaria. Cada joven apareció en clase un número de veces diferente. Más tarde, los organizadores mostraron a los estudiantes imágenes de sus compañeros de estudio, entre las cuales estaban las cuatro mujeres. La mayoría de los encuestados mostró una mayor afinidad por las estudiantes que habían visto más a menudo en clase, a pesar de que, por regla del experimento, no habían interactuado con ninguna de ellas.

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3. Haz cumplidos a terceros

Una de las formas más comunes de estrechar lazos con alguien es hablar de terceros (sobre todo, cuando no están presentes). Sin embargo, se puede hablar de los demás de dos maneras: bien o mal. Y según la forma en que lo hagamos, resultaremos más o menos simpáticos para nuestra contraparte.

Se trata del efecto conocido como transferencia espontánea de rasgos, según el cual las personas atribuyen de manera subconsciente los rasgos que pronuncia el actor —sean positivos o negativos— con el propio actor. Un estudio publicado en la revista Journal of Personality and Social Psychology encontró que este efecto ocurre incluso cuando la gente sabe que ciertos rasgos que elogias en alguien en realidad no lo describen.

Es decir, que si decimos cosas agradables sobre alguien que no está presente, las personas nos verán como personas agradables. Pero si no dejamos de hablar maliciosamente de ellos, la gente, inconscientemente, asociará con nosotros esos rasgos negativos.

© Point Grey PicturesEscena de la película 'Neighbors' (EEUU, 2014)
Escena de la película 'Neighbors' (EEUU, 2014) - Sputnik Mundo
Escena de la película 'Neighbors' (EEUU, 2014)

4. Haz hincapié en los valores compartidos

La psicología social se ha enfocado en la relación entre la semejanza de las personas y la atracción. Y es que por naturaleza, nos sentimos más atraídos por aquellos que comparten nuestras ideas.

El sociólogo Theodore Newcomb —pionero en documentar los efectos de la proximidad y la atracción— mostró el importante impacto que el hecho de tener actitudes semejantes tenía sobre la atracción. En su experimento, Newcomb recopiló las opiniones de sus voluntarios en temas polémicos, como el sexo, la política, entre otros, y luego los puso a convivir dentro de una misma casa. Hacia el final del experimento, los individuos tendían a sentir mayor simpatía por aquellos que mostraban actitudes similares en determinados temas.

Curiosamente, un estudio más reciente realizado por investigadores de la Universidad de Virginia y la Universidad de Washington encontró que las personas se agradaban más cuando tenían similares rasgos de personalidad negativos que cuando compartían los positivos. Tal parece que los 'chicos malos' tienden a juntarse con más entusiasmo que 'los buenos'.

© Amblin EntertainmentEscena de la película 'E.T., el extraterrestre' (EEUU, 1982)
Escena de la película 'E.T., el extraterrestre' (EEUU, 1982) - Sputnik Mundo
Escena de la película 'E.T., el extraterrestre' (EEUU, 1982)

5. Contacto físico casual

No se trata de un apretón de manos, ni abrazos, ni mucho menos caricias o cualquier otro contacto físico destinado a estrechar unas relaciones de confianza mutua. Hablamos de contactos tan sutiles que apenas se les presta atención. Los ejemplos más comunes incluyen un leve roce en el pasillo, o una palmada en el hombro para llamar la atención.

En el marco de un experimento realizado en Francia, un grupo de voluntarios trataba de iniciar una conversación con los peatones que transitaban por las calles. Resulta que los hombres tenían el doble de éxito en entablar una conversación cuando tocaban ligeramente los brazos de las mujeres.

Otra comprobación de este fenómeno la obtuvieron investigadores de la Universidad de Misisipi y Rhodes College, que estudiaron los efectos del contacto interpersonal en un restaurante. Resultó que las camareras que durante el servicio tocaban brevemente a los clientes en la mano o el hombro, recibían propinas mucho más grandes que las que no lo hacían.

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6. Crea pequeños secretos compartidos… y demuestra que guardas los ajenos

La autorevelación y el conocer información confidencial ajena es considerada entre los expertos una de las mejores técnicas para estrechar relaciones. En un estudio conjunto realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Nueva York, la Escuela de Graduados de Psicología Familiar de California, la Universidad de California y la Universidad del Estado de Arizona, varios estudiantes universitarios fueron emparejados y se les dió la tarea de conocer el máximo unos de los otros en tan solo 45 minutos.

A algunas parejas se les entregaron tarjetas con preguntas genéricas como "¿Cuál es tu día festivo favorito y por qué?", mientras que a otros se les repartieron temas más personales, como "¿Qué tal están las relaciones con tu madre?". Al final de la conversación, las personas que sabían más información confidencial uno del otro reportaron sentirse mutuamente mucho más cercanos, que aquellos que tuvieron una ligera conversación.

Pero ten cuidado con qué y a quién cuentas: en la primera etapa de las relaciones interpersonales eso podría funcionar perfectamente con pequeños e insignificantes secretos. Como que fueron ustedes dos los que se comieron el último pedazo de pizza en la fiesta, pero psss…"no le digas a nadie".

© Gaumont Film CompanyEscena de la película 'Intouchables' (Francia, 2011).
Escena de la película 'Intouchables' (Francia, 2011). - Sputnik Mundo
Escena de la película 'Intouchables' (Francia, 2011).

7. No le temas a tus defectos e incluso ríete de ellos de vez en cuando

Toda persona naturalmente pretende esconder sus defectos. Sin embargo, los psicólogos advierten que las personas "perfectas" que ante los ojos de los demás nunca cometen errores, pierden en atractivo. Otra cosa es si no escondes tus pequeños defectos, errores insignificantes e incluso aprendes a aceptarlos y reírte de ellos.

Se le llama efecto Pratfall y fue científicamente descrito por primera vez en 1966 por un grupo de psicólogos de la Universidad de Minnesota. Durante el experimento, se pidió a un grupo de estudiantes escuchar unas grabaciones de personas que pasaban un examen, pero que en realidad se trataba de un mismo actor.

Resultó que 'la persona' que pasó exitosamente el examen, pero se derramó una taza de café encima al salir fue calificado de más agradable que 'aquel' que pasó el examen y no se derramó el café. ¡Pero ojo! Eso es válido solo entre las personas exitosas (los que sí pasaron el examen). El que no pasó el examen y además se derramó el café encima fue considerado de mediocre.

Conclusión: los pequeños fallos y defectos te hacen más agradable siempre y cuando seas exitoso y competente en las cosas realmente importantes.

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8. Sé un poco vulnerable

Al igual que con los defectos, naturalmente pretendemos esconder nuestras vulnerabilidades. Sin embargo, Jim Taylor, de la Universidad de San Francisco, sostiene que la apertura emocional —o la falta de esta— puede explicar el por qué dos personas crean o no lazos de mutua simpatía, indiferentemente de lo cercanos que sean. Sin embargo, el propio Taylor advierte:

"La apertura emocional, por supuesto, viene acompañada de riesgos al no saber si esta exposición emocional será aceptada y correspondida o será ignorada y rechazada".

Si bien se sabe que el ver a una mujer vulnerable enciende en el hombre su instinto natural de protector, eso es válido también entre las mujeres, solo que de una manera mucho más refinada. Después de todo, ¿no es precisamente cuando el héroe de la película en un íntimo momento bajo las estrellas revela el mayor temor de su vida, cuando la joven se enamora de él? ¡Pero no te pases! Una cosa es revelar tus vulnerabilidades y otra quejarte de los golpes que te da la vida… A nadie le gustan los llorones.

© Village Roadshow PicturesEscena de la película 'Great Gatsby' (EEUU, 2013)
Escena de la película 'Great Gatsby' (EEUU, 2013) - Sputnik Mundo
Escena de la película 'Great Gatsby' (EEUU, 2013)

9. Déjalos hablar

Recientemente, investigadores de Harvard descubrieron que el hablar de sí mismo es igual de gratificante para el individuo, como lo es el comer, recibir dinero o tener sexo. Simplemente, se disfruta el proceso en sí y no el resultado.

En el estudio, los investigadores pidieron a los voluntarios entrar en un aparato de resonancia magnética y se les hacían preguntas de todo tipo, incluyendo aquellas, que exigían contar historias de su vida. Los resultados mostraron que las regiones del cerebro asociadas a la motivación y la recompensa eran mucho más activas cuando los participantes hablaban acerca de sí mismos, pero solo si no había personas cercanas a él en la habitación.

En otras palabras, el dejar a tu compañero contarte una que otra de sus historias le dejará unos recuerdos mucho más agradables sobre tu persona, que si únicamente cuentas las tuyas. Así que, al igual que en todos los casos anteriores, te recomendamos mantener un equilibrio.

Y recuerda, "la práctica sin teoría es ciega y la teoría sin práctica es estéril".

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