Debido a que estos pequeños animales transmiten rabia y hantavirus, un ataque de este murciélago puede llevar a la muerte. Según el medio, los investigadores hallaron rastros de ADN humano en 3 de las 15 muestras recolectadas en el Parque Nacional Catimbau.
Anteriormente, los murciélagos de esta especie morían de hambre cuando no había aves cuya sangre pudieran ingerir. La sangre de aves está compuesta mayormente por grasa, a diferencia de la humana, rica en proteínas.
Pero, ¿cuál es la razón de este insólito cambio de dieta? Según afirman los investigadores brasileños, se debe a la creciente presencia de seres humanos en la región. De acuerdo con los científicos, debido a la migración de las aves, los murciélagos tienen que adaptarse a las nuevas condiciones.
"Se están adaptando a su nuevo ambiente y explotando nuevos recursos", concluyó Bernard.