Los investigadores examinaron los restos de los antiguos artesanos egipcios encontrados en 2012-2014 durante las excavaciones en Deir el-Medina, actual Luxor. Estuvieron involucrados en la construcción de las tumbas en el Valle de los Reyes hace unos 3.500 años. Todos los esqueletos tenían rastros de artritis en rodillas y tobillos, lo que intrigó a los científicos.
El misterio quedó resuelto al estudiar el paisaje local. Los trabajadores tenían que caminar desde su casa al lugar de trabajo una distancia de dos kilómetros de longitud, donde les hacía falta subir colinas de altura de 90 a 150 metros. En promedio, realizaban anualmente unas 161 ascensiones, lo que provocó el desarrollo de la artritis en las rodillas y tobillos. Por el contrario, las mujeres, que permanecían en el hogar, no mostraron signos de estar afectadas por esta dolencia.