El radiotelescopio ALMA que construye en Chile la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral (ESO), oficialmente comenzó a funcionar- inclusive antes de terminar la instalación de todas sus 66 antenas, e hizo las primeras tomas de nubes invisibles de gas, que rodean las famosas galaxias-“antenas”, reportó el servicio de prensa del observatorio.
El observatorio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) opera en la banda de frecuencias milimétricas y submilimétricas y en las etapas más tempranas supera al resto de los telescopios, indicó el director general del ESO Tim de Zeeuw.
Explicó que el radiotelescopio permite a los astrónomos observar las zonas más lejanas y más profundas del universo, e incluso llegar hasta los objetos “fríos”, la mayoría de las veces imposibles de encontrar, ni siquiera con la ayuda de los radiotelescopios infrarrojos.
Este proyecto es un verdadero logro y el resultado de los esfuerzos conjuntos de Europa, Norteamérica, Chile, Taiwán y Japón.
ALMA se encuentra a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar, en el desierto de Atacama, donde el aire seco y muy apartado de la contaminación lumínica que producen las ciudades.Estas características lo convierten en el único sitio del planeta con condiciones similares al espacio abierto, y en consecuencia, la calidad de las observaciones astronómicas es muy alta.
El observatorio incluye 66 antenas receptoras, que se instalarán en el 2013, en Llano de Chajnantor, un altiplano en la Cordillera de los Andes, a 50 Km. de San Pedro de Atacama. La configuración de las antenas tendrá extensiones que oscilan desde los 150 metros (prácticamente juntas), hasta 16 los kilómetros.
El ordenador especializado o correlador del ALMA procesará la información recibida por las antenas y realizará una cantidad asombrosa de operaciones, 16.000 millones de millones (1.6 x 1016) por segundo. Esto equivale al trabajo simultáneo de millones de ordenadores personales.
Actualmente, sólo una tercera parte de las antenas ALMA está en funcionamiento, suficiente para la puesta en marcha del complejo y hacer observaciones de diferentes áreas del Cosmos.
Inicialmente, los científicos revisaron el funcionamiento del telescopio, tomando fotos de las famosas “galaxias antena”, la NG4038 y NG4039, que se estrellaron en el pasado, dejando un “rastro” de estrellas con la forma de las antenas de un insecto gigante en el cosmos.
Además, ALMA descubrió unas nubes densas en el área de colisión de estas galaxias que pueden ser consideradas como base de construcción para estrellas nuevas, imposibles de descubrir con telescopios comunes.
Los científicos planean utilizar el telescopio ALMA para la observación de otros objetos, como un disco protoplanetario que gira alrededor de una estrella recién nacida, AU Microscopii, también para estudiar un “agujero negro” supermasivo en pleno centro de la constelación de Aries, o para determinar, por que en la lejana galaxia Químico, las nuevas estrellas nacen mucho mas seguido de lo que deberían, según todas las teorías de formación de estrellas.
