El 26 de agosto, un vehículo militar ruso chocó con un todoterreno protegido contra emboscadas resistente a las minas (M-ATV) de la coalición internacional en el noreste de Siria. En consecuencia, varios soldados estadounidenses habrían resultado heridos con síntomas similares a una conmoción, cerebral.
El Consejo de Seguridad Nacional de EEUU calificó el incidente como una violación de los protocolos de prevención de conflictos, a pesar de que la coalición internacional había sido avisada de antemano sobre el paso de los vehículos rusos.
"Pese a ello, en violación de los acuerdos, el Ejército estadounidense intentó bloquear la patrulla rusa. En respuesta, la policía militar de las Fuerzas Armadas de Rusia tomó las medidas necesarias para prevenir el incidente y seguir cumpliendo la tarea", dice el comunicado del Ministerio de Defensa de Rusia.
Tras el incidente, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, Valeri Guerásimov y su homólogo estadounidense, Mark Milley, sostuvieron una llamada telefónica donde abordaron el incidente.
"En general, EEUU han elegido una táctica fraudulenta: violan ciertos tratados, acuerdos, e inmediatamente se lanzan con acusaciones de su violación contra Rusia. Entonces, aquí el principio que funciona es: la mejor defensa es el ataque. Quieren que pongamos justificaciones. Dicen, dejemos que los rusos se justifiquen, y seguiremos violando los acuerdos, la culpa será de los rusos, y seremos inocentes", concluyó.