Los alemanes, y, especialmente los residentes de Berlín, vivían los últimos días de la guerra en la primavera de 1945. La contienda ya estaba perdida, y desde la primera semana de abril esperaban una gran ofensiva soviética sobre su capital. Las autoridades alemanas no dejaban la propaganda llamando a los berlineses a defender la ciudad hasta la última gota de sangre e involucrando a niños y ancianos en su defensa.
El 25 de abril de 1945, el anillo se cerró alrededor de Berlín, cuando los soldados soviéticos se reunieron con las tropas estadounidenses. Los restos de las Fuerzas Armadas Alemanas fueron divididos en dos partes.
Las batallas en todas las etapas se caracterizaron por la tenacidad y el derramamiento de sangre por ambas partes, pero el 8 de mayo Berlín fue tomada por las tropas soviéticas. Para entonces, el líder nazi, Adolf Hitler, ya se había suicidado en su búnker el 30 de abril.
