"Con cada día que pasa aprendo más y más, llegando a la conclusión de que lo que sucede no es un impeachment, sino un golpe de Estado que busca retirarle el poder a la gente, su voto, sus libertades, su Segunda Enmienda, su religión, su Ejército, su muro fronterizo y sus derechos otorgados por Dios como ciudadanos de EEUU", escribió Trump en su cuenta en Twitter.
El juicio político contra Trump fue posible tras el escándalo que se produjo en respuesta a su conversación telefónica con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Los miembros del Partido Demócrata, que cuenta con la mayoría en la Cámara de Representantes, iniciaron el impeachment contra el mandatario estadounidense el 24 de septiembre. Sus oponentes políticos lo acusan de pedir ayuda a un Estado extranjero para poder desacreditar a su rival Joe Biden en las elecciones del 2020.
Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, declaró que Trump pidió "al menos siete veces" en su conversación telefónica con Zelenski que este le ayudase a "difamar a su rival político", el demócrata Joe Biden. En una serie de tuits, Trump criticó estas acusaciones y ordenó que se publicase la trascripción de aquella conversación telefónica que, según el político, prueba que "no había ejercido ningún tipo de presión sobre su colega ucraniano".