Estados Unidos hizo el 18 de agosto una prueba de misil de un crucero terrestre no nuclear en la isla de San Nicolás, en California (EEUU), que antes estaba prohibido por el tratado.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, señaló que Moscú se toma el incidente con calma, ya que había supuesto una situación similar.
EEUU asignó fondos para el desarrollo de esos misiles alrededor de un año antes de retirarse del contrato, dijo el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.
Franz Klintsévich, miembro del Comité de Defensa del Consejo de la Federación, no descartó las medidas asimétricas de Rusia en respuesta a estos lanzamientos de Estados Unidos, que se han convertido en "un flagrante cinismo y una burla a la comunidad internacional".