La publicación se basa en un informe elaborado por el ex secretario general adjunto de la OTAN, Heinrich Brauss, y Joachim Krause, director del Instituto de Política de Seguridad de la Universidad de Kiel (Alemania).
Según Brauss, Rusia busca deliberadamente la confrontación con los países occidentales, así como destruir el orden mundial y socavar la cohesión de la OTAN.
Sin embargo, Rusia entiende que no podrá salir del conflicto con la OTAN, por lo que presuntamente podría dar un "golpe inesperado", respaldado por una amenaza nuclear, advierte el exmilitar. La región del mar Negro, los Estados bálticos, Polonia y Ucrania están entre los posibles lugares de "ataques" por parte de Rusia.
Moscú ha reiterado en varias ocasiones que Rusia no atacará a nadie. Según el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, la Alianza es consciente de la falta de tales planes de Moscú, pero simplemente utiliza una excusa para colocar más equipos y batallones cerca de la frontera rusa.
