Así, entre el 10 y el 17 de mayo, Washington importó 49.000 barriles de crudo venezolano. Esto va contra las afirmaciones del enviado especial del Gobierno de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, quien aseguró que buscaban "el completo aislamiento del presidente Nicolás Maduro".
El alto funcionario estadounidense dijo que se trataría de cualquier transacción comercial de bancos, empresas y compañías con Venezuela, que resultarían ser beneficiosas para el mandatario venezolano.
Al importar el crudo del país caribeño, Washington en esencia está violando las normas que impuso.
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