El pasado 11 de abril, Donald Trump lanzaba una amenaza contra Moscú, retándola a frenar los misiles que lanzaría contra las posiciones sirias: "Prepárate, Rusia, porque [los misiles] vendrán: bonitos, nuevos e '¡inteligentes!'".
No obstante, poco después, aparentemente se habría arrepentido de sus palabras y lanzó otro mensaje mucho más conciliador:
"Nuestra relación con Rusia está peor que nunca, incluso que en la Guerra Fría. Pero no hay razón para esto (…) ¿Paramos la carrera armamentista?", preguntaba el mandatario tan solo 40 minutos después del primer tuit.