"Cuanto más extraño y grotesco sea un incidente, más cuidadosamente merece ser examinado", decía en sus novelas el emblemático detective Sherlock Holmes.
Los políticos de la modernidad deberían leer las novelas de Arthur Conan Doyle y otros escritores que marcaron la edad de oro de la ficción detectivesca británica para saber que "No hay nada más engañoso que lo que parece evidente" y que "Es un gran error teorizar antes de poseer datos".
El 12 de marzo la primera ministra británica apuntó hacia el Kremlin, diciendo que es "muy probable" que Rusia esté detrás del envenenamiento del exespía Serguéi Skripal. Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, aconsejó a Londres "aclarar primero los detalles" del caso antes de examinar el incidente con Moscú.