Según la nota de The Times, la primera 'víctima' parece ser la canciller alemana, Angela Merkel.
A salvaguardar el honor nacional acudió la ministra de Defensa del país germano, Ursula von der Leyen:
"No tenemos deudas [pendientes] con la OTAN", afirmó la ministra, citada por la cadena de televisión N-tv.