Según el medio, las agencias de seguridad del país teutón temen, además, posibles ataques contra sus infraestructuras, tales como la red de electricidad y suministro de agua, ya que "las operaciones cibernéticas de los servicios secretos rusos tienen un alto poder de penetración".
Anteriormente, expertos estadounidenses en ciberseguridad y, entre ellos, altos cargos políticos en Washington, acusaron sin fundamento al Kremlin de estar detrás de diversos ciberataques y de la filtración de documentos sensibles del Partido Demócrata de EEUU. No aportaron ni una sola prueba. Moscú calificó en su momento dichas afirmaciones como absurdas.