"Lo que sucedió en Juukan estuvo mal y tenemos la determinación de garantizar que la destrucción de un sitio del patrimonio de tan excepcional importancia arqueológica y cultural jamás volverá a ocurrir en una operación de Rio Tinto", declaró el presidente de esta empresa anglo-australiana, Simon Thompson.
En mayo pasado, Rio Tinto reconoció haber ocasionado un daño irreversible a las cuevas de Juukan 1 y Juukan 2 durante las obras de ampliación realizadas con explosivos en una mina de hierro en la región de Pilbara en base a la aprobación oficial emitida siete años antes.
Tanto Jacques como los otros dos dimisionarios —el director ejecutivo de la división de hierro, Chris Salisbury, y el jefe de las relaciones corporativas del grupo, Simon Nivel— dejarán sus puestos a finales de este año.