Desde las 18:00 horas (GMT+10) de hoy, en Victoria se declara un estado de calamidad, con un toque de queda en el área metropolitana de Melbourne entre las 20:00 y las 5:00 horas todos los días.
"La Policía estará fuera y podrá detenerles y preguntarles, para que demuestren que han salido legalmente y no están violando ese toque de queda", advirtió Andrews a sus paisanos durante una rueda de prensa.
Solo una persona podrá salir de compras en adelante, solo una vez al día y dentro de un radio de cinco kilómetros, precisó.
La misma restricción será válida para los ejercicios físicos al aire libre, que se limitarán además a una hora diaria.
También se prohíben en esta etapa las reuniones de más de dos personas, "independientemente de que sean familiares u otras personas".
"Todos esos cambios son para limitar la cantidad de personas con las que uno tiene contacto […] No podemos vivir nuestras vidas como si esta pandemia no fuera real y no estuviera aquí", insistió el primer ministro de Victoria.
Andrews anunció que a partir del miércoles 5 de agosto "se pasará a una enseñanza flexible y remota para todos los alumnos en todas las escuelas a lo largo del estado.
Asimismo, el primer ministro avanzó que el 3 de agosto se darán a conocer nuevas restricciones para empresas y comercios de Victoria, algunos de los cuales deberán cerrar, y otros, pasar al teletrabajo, reducir el aforo, así como el número de turnos y de personas trabajando.
En las últimas 24 horas se registraron 671 nuevos contagios en este territorio del sureste de Australia.
Siete personas más con coronavirus sucumbieron en el última día, con lo que el número de muertes por COVID-19 en Victoria se elevó a 123. Seis de los siete nuevos decesos están relacionados con los brotes de la infección en residencias de mayores.
