"La ley de seguridad nacional constituye un cambio fundamental de circunstancias en lo que respecta a nuestro acuerdo de extradición con Hong Kong, así que Australia ha tomado las medidas para suspenderlo, y lo hemos notificado formalmente a Hong Kong y hemos avisado a las autoridades chinas", declaró Morrison en una intervención transmitida por los canales de televisión nacionales.
Sobre la nueva normativa de seguridad nacional para Hong Kong, el primer ministro afirmó que "socava el marco de 'un país, dos sistemas', la propia Ley Básica de Hong Kong y el alto grado de autonomía garantizado en la Declaración Conjunta Sino-Británica".
Reacción de China
El Ministerio de Exteriores de China advirtió que Pekín se reserva el derecho de responder a la "injerencia" de Canberra en los asuntos de Hong Kong.
El diplomático añadió que China "condena enérgicamente estas acciones y se reserva el derecho a tomar represalias".
Zhao instó a Canberra a "cesar de inmediato la injerencia en los asuntos de Hong Kong y en la política interna de China, para evitar el futuro deterioro de las relaciones".
El 30 de junio, el presidente de China, Xi Jinping, promulgó la nueva ley de seguridad nacional para la región administrativa especial de Hong Kong, aprobada por los 162 miembros del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, el máximo órgano legislativo del país.
Dicha normativa penaliza los actos de subversión, terrorismo, secesión, la conspiración con influencia extranjera y otros que amenacen la seguridad del territorio.
China rechaza cualquier crítica al respecto y sostiene que los temas relativos a Hong Kong son un asunto interno.
Firmada en 1984 y en vigor desde el año siguiente, la Declaración Conjunta Sino-Británica estableció que Hong Kong, tras volver bajo la soberanía de Pekín en 1997, mantendría por 50 años un amplio grado de autonomía como región administrativa especial en el seno de China de conformidad con el principio "un país, dos sistemas".