"Estamos profundamente preocupados por los reportes de que el Gobierno de Japón ha acelerado su calendario para liberar aguas residuales radiactivas al océano sin tiempo ni oportunidad para consultas significativas", dijeron los expertos en un comunicado publicado este 9 de junio en la página web de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos (Acnudh).
En opinión de los expertos, "el COVID-19 no debe usarse como un juego de manos para distraer la atención de las decisiones que generarán consecuencias profundas tanto para las personas y el planeta, como para las generaciones futuras".
"Llamamos al Gobierno japonés a brindar los debidos espacio y oportunidad para consultas sobre la eliminación de desechos nucleares que probablemente afectarán a personas y pueblos tanto dentro como fuera de Japón. Además, pedimos al Gobierno de Japón que respete el derecho de los pueblos indígenas al libre consentimiento previo e informado y que respete su derecho a reunirse y asociarse para formar dicho consentimiento", expresaron.
El accidente de Fukushima fue el mayor desastre nuclear desde Chernóbil, en 1986.
Se estima que Japón tardará casi 40 años en recuperarse completamente del siniestro.