"La Corte Suprema de Nueva Gales del Sur prohibió la protesta contra las muertes de aborígenes bajo custodia —que planeaba reunir a miles en el barrio central de negocios de Sídney— porque viola las restricciones por coronavirus", comunicó el medio.
Poco antes la Policía del estado había acudido ante el Tribunal Supremo para vetar la manifestación con motivo de la muerte en EEUU del afroamericano George Floyd.
Se esperaba que unas 5.000 salieran a las calles de Sídney el sábado 6 de junio para rendir tributo a Floyd y al australiano David Dungay Jr, quien murió en prisión en 2015, después de ser paralizado por cinco guardias, y cuyas últimas palabras también fueron "no puedo respirar".
Por su parte, el juez Desmond Fagan declaró que no sería razonable permitir una protesta justo después de que se hizo tanto en aras de frenar la epidemia.
"No disminuyo la importancia de estos problemas y nadie los negaría en circunstancias normales", dijo al apuntar que se trata de la crisis de salud.
Cientos de personas protestan este 5 de junio en la capital australiana, Canberra, para apoyar el movimiento Black Lives Matter; para el 6 de junio están previstas acciones públicas en Brisbane, Melbourne, Adelaida y otras ciudades del continente.
El hecho, que fue filmado y rápidamente se volvió viral, desencadenó una ola de protestas contra la brutalidad policial y el racismo, algunas de las cuales desembocaron en disturbios violentos. En varias ciudades, incluido Washington, se decretó el toque de queda.
Según los datos del periódico USA Today, esas manifestaciones se celebraron en más de 580 ciudades y pueblos en todos los 50 estados.