"Para frenar la propagación y reducir el número de personas infectadas ... el Gabinete acordó que las reuniones de 500 o más personas, celebradas al aire libre o bajo techo, deberían cancelarse", declaró la primera ministra Jacinda Ardern durante una conferencia de prensa semanal transmitida por los principales medios neozelandeses.
La tarea prioritaria frente a la propagación del COVID-19, señaló Ardern, es "aplanar la curva […] reducir una marea a una serie de pequeñas olas manejables".
Ardern también dio a entender que la pandemia de coronavirus podría causar a la economía nacional un daño mayor que el de la crisis financiera global de 2008.
"El asesoramiento preliminar que he recibido del Tesoro este fin de semana es que el impacto económico del virus para Nueva Zelanda podría ser mayor que el impacto de la crisis financiera mundial.
Hasta la fecha se han confirmado ocho casos de contagio del nuevo coronavirus en el territorio neozelandés.
A lo largo del mundo se registraron más de 169.000 casos de infección, incluidos más de 6.500 decesos. Unas 77.700 personas ya se recuperaron de la infección.
De los más de 85.000 casos activos, la mayoría se concentran hoy en Italia, China, Irán, Corea del Sur y España.