El Alto Tribunal de Hiroshima volvió a prohibir las operaciones en Ikata, avalando un recurso de apelación que varios residentes locales, preocupados por la seguridad, presentaron contra un veredicto emitido en instancias inferiores.
Es la segunda resolución judicial que prohíbe relanzar la Unidad 3 en Ikata; la anterior fue emitida en diciembre de 2017.
Japón no dispone de equipos para reprocesar el combustible MOX gastado, por lo que la compañía planeaba almacenarlo por ahora en el recinto de la central.
La planta nuclear de Ikata dispone de tres reactores de agua a presión, el primero de los cuales se hizo operativo en 1977.
Después del accidente de Fukushima, la central de Ikata suspendió las operaciones como las demás plantas nucleares en Japón, pero la Unidad 3, cuya capacidad bruta es de 890 megavatios, volvió a entrar en servicio en 2016.
Posteriormente dejó de funcionar en varias ocasiones, por órdenes judiciales o para labores de mantenimiento.