El proyecto de ley fue adoptado por 69 votos a favor y 51 en contra, en una votación que puso fin a dos años de feroces debates políticos sobre la legalización de la eutanasia y décadas de intentos de lograr reformas.
La ley permite solicitar la muerte asistida a los adultos con enfermedades terminales si, según el pronostico de los médicos, les quedan menos de seis meses de vida.
Además, el solicitante debe experimentar un "sufrimiento insoportable" que no pueda ser aliviado de ninguna otra forma que considere tolerable.
Para convertirse en ley, el proyecto tiene que ser votado en un referéndum publico programado para el año que viene.
De acuerdo con una encuesta de opinión pública realizada en julio pasado, el 72% de los neozelandeses apoya la posibilidad de eutanasia para personas con enfermedades terminales.