Una fuente citada por el periódico dijo que el proyecto de ley, redactado por la Oficina de Seguridad, "sugiere dar a los agentes el poder de exigir a cualquiera que se quite la máscara en un lugar público".
"El uso de una máscara por razones médicas y religiosas podría estar exento. Pero si los agentes sospechan que quien la lleva lo hace únicamente para ocultar su identidad, la policía podrá exigir que la quite; de lo contrario la persona podría estar sujeta al arresto y una pena de prisión de seis meses si es declarada culpable", agregó.
Durante una conferencia de prensa celebrada en la tarde, la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, confirmó la introducción de la nueva ley a partir de la medianoche.
"Esperamos que la ley surta un efecto disuasorio. La decisión no es fácil pero es necesaria. Quiero subrayar que la ley no significa que haya un estado de emergencia en Hong Kong", manifestó.
Desde el 9 de junio pasado, Hong Kong vive una oleada de protestas cuyo detonante fue un proyecto de ley que permitiría la entrega de prófugos de la justicia a Taiwán, Macao y la China continental.
El Gobierno hongkonés accedió a retirar a principios de septiembre el controvertido proyecto, pero rechazó otras demandas de la calle, entre ellas amnistiar a activistas detenidos, iniciar una investigación independiente de los supuestos excesos policiales y relanzar las reformas políticas en esta región administrativa especial.
Las protestas en Hong Kong continúan y los manifestantes, que exigen el cumplimiento de todas sus reivindicaciones, siguen enfrentándose a las fuerzas de seguridad.