"Acordamos agregar al menos 2 billones de wones para ayudar a los fabricantes locales de componentes, materiales y máquinas, a responder a las represalias comerciales de Japón, lo que se han convertido en la agenda económica de máxima prioridad", dijo Cho Jeong-sik, legislador del gobernante Partido Democrático de Corea, citado por el medio.
A su vez, el vice primer ministro y ministro de Finanzas surcoreano, Hong Nam-ki, indicó que el proyecto de presupuesto para el próximo año refleja "la fuerte voluntad del Gobierno de revitalizar la economía".
A principios de julio pasado, Japón limitó el suministro a Corea del Sur de tres componentes químicos necesarios para la fabricación de semiconductores y equipos electrónicos, y en agosto anunció que eliminará a ese país de la lista de naciones que gozan de preferencias en materia del control de exportaciones.
Por su parte, Corea del Sur atribuyó las restricciones a la disputa sobre el pago de indemnizaciones a las víctimas del trabajo forzoso durante el período de la ocupación japonesa de la península de Corea, de 1910 a 1945, y, en represalia simétrica, decidió eliminar a Japón de su 'lista blanca'.
La cancelación recíproca de preferencias, que se hará efectiva en las próximas semanas, implicará para ambas partes la obligación de solicitar permiso cada vez que adquieran productos y tecnologías de doble uso, trámite que suele prolongarse por mucho tiempo.
El endurecimiento del control de exportaciones afecta más a Corea del Sur, que cerró el pasado año con un déficit de 24.100 millones de dólares en el comercio con Japón, correspondiendo un 93% de esta suma al apartado de materiales, componentes y equipos industriales.