"Nuestra posición de resolver todos los problemas de manera pacífica a través del diálogo y la negociación se mantiene invariable. Sin embargo, no nos interesa un diálogo acompañado de amenazas militares", dijo un portavoz del Ministerio de Exteriores norcoreano, citado por la agencia Yonhap.
Para el representante de Pyongyang, "la continua incorporación de avanzados equipos letales es una grave provocación que se contradice abiertamente con las declaraciones conjuntas y el acuerdo militar entre el Norte y el Sur".
El enviado especial de EEUU para Corea del Norte, Stephen Biegun, de visita en Seúl, dijo la víspera que Washington está listo para reanudar las conversaciones a nivel de trabajo con Pyongyang "en cuanto haya noticias de la otra parte".
Pyongyang reanudó en mayo pasado las pruebas de armas, tras una pausa de 17 meses, y llevó a cabo seis lanzamientos de proyectiles desde el 25 de julio.
El dirigente norcoreano, Kim Jong-un, calificó esas pruebas de "advertencia pertinente" frente al más reciente ejercicio militar conjunto de Corea del Sur y EEUU.