El 20 de agosto el periódico The Guardian informó que el empleado del Consulado británico Simon Cheng está retenido por las autoridades chinas desde hace casi dos semanas.
"Según nuestra información, este hombre violó las normas administrativas de seguridad pública de China y fue detenido por 15 días por la policía de Shenzhen, actualmente está bajo arresto administrativo", dijo el diplomático.
Agregó que "este funcionario consular no es ciudadano británico, tiene ciudadanía de Hong Kong, una región administrativa especial de China, es decir, es ciudadano de la República Popular China y se trata de un asunto interno de China".
Previamente, el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido expresó su preocupación por la detención de un empleado de su consulado.
Li, novia de Simon Cheng, comunicó al medio que dejó de recibir mensajes de Cheng el 8 de agosto, cuando este volvía a Hong Kong desde la ciudad china de Shenzhen.
Unos diez días después, las autoridades de inmigración de Hong Kong informaron a la familia de Cheng que fue sometido a una "detención administrativa" en la China continental, sin precisar los motivos de su retención ni su ubicación actual.
Las manifestaciones empezaron después de que las autoridades de Hong Kong aprobaran una controvertida ley de extradición que permitiría entregar a los prófugos de la justicia a Taiwán, Macao y China continental.
