"Los manifestantes usan en los últimos días objetos peligrosos al atacar a los policías, lo que es un delito serio e incluso se observan brotes del terrorismo", señaló al comentar los nuevos enfrentamientos sucedidos en Hong Kong.
El portavoz calificó el proceder de los manifestantes como un burdo pisoteo del orden público, una seria amenaza para las vidas de los ciudadanos y un desafío a la estabilidad y la prosperidad de Hong Kong.
Algunos participantes de las protestas arrojaron cocteles Molotov hiriendo a policías, unas 40 personas sufrieron heridas, de las dos partes, en los choques entre los manifestantes y los agentes del orden público el domingo pasado.
Desde el 9 de junio, Hong Kong vive una oleada de protestas cuyo detonante fue la controvertida ley de extradición que permitiría entregar a los prófugos de la justicia a Taiwán, Macao y la China continental.
Los críticos de esta normativa temen la entrega de disidentes políticos a Pekín.
El 15 de junio, el Gobierno de Hong Kong suspendió la polémica ley, pero se negó a revocarla por completo, por lo que las protestas y los choques entre las fuerzas del orden y los manifestantes continúan.