Antes se informó de 26 muertos.
Más tarde, el portavoz adjunto de las Naciones Unidas, Farhan Haq anunció mediante un comunicado que la ONU está dispuesta a apoyar los esfuerzos de las autoridades de China que llevan a cabo las operaciones de rescate.
"El secretario general saluda las operaciones de búsqueda y rescate realizadas por el Gobierno de China. Si es necesario, la ONU está dispuesta a apoyar estos esfuerzos", dijo.
El deslave, que se produjo a las 21.20 horas locales (13.20 GMT) del 23 de julio en el condado de Shuicheng, causó daños a 23 viviendas.
Más de 20 edificios, incluidos residenciales, quedaron sepultados bajo el lodo.
Continúa la operación de búsqueda y rescate en la que participan bomberos, socorristas, militares, policías, voluntarios, así como perros rastreadores.