"Los miembros del Consejo de Seguridad condenaron enérgicamente la serie de ataques repugnantes y cobardes (…) perpetrados el domingo 21 de abril de 2019 que provocaron casi 300 muertos y centenares de heridos", dice el documento.
El Consejo de Seguridad de la ONU trasladó sus profundas condolencias a las familias de los fallecidos y al Gobierno de Sri Lanka, y deseó pronta y completa recuperación a los heridos.
"Los miembros del Consejo de Seguridad subrayaron la necesidad de enjuiciar a los perpetradores, organizadores y patrocinadores de los actos de terrorismo condenados, y llamaron enérgicamente a todos los Estados a cooperar de manera activa con el Gobierno de Sri Lanka, conforme a sus compromisos con el derecho internacional y las resoluciones correspondientes del Consejo de Seguridad", señala el texto.
Las seis primeras explosiones, con el mayor número de víctimas, se produjeron por la mañana de forma casi simultánea en tres iglesias a lo largo del país y en tres hoteles de lujo en Colombo.
En la tarde se produjo otra explosión en un hotel en las inmediaciones del Zoológico Nacional, en la periferia de la capital, y al poco tiempo otra más, en un suburbio de Colombo.
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Según los medios locales, los atentados fueron obra de terroristas suicidas.
